El mantenimiento residencial incluye todas las medidas que los propietarios y administradores residenciales deben tomar para que un condominio o área residencial sea cómoda y segura.
La pandemia causada por el COVID 19 provocó que una gran cantidad de personas pasaran más tiempo en sus casas gracias al confinamiento. El pasar más tiempo en casa hizo que mucha gente notara algunas fallas y defectos que debían reparar o cambiar en sus residencias.
El estado de una vivienda influye directamente en la calidad de vida y el bienestar de quienes la habitan. Por eso, la gestión del mantenimiento en este campo es muy importante para cumplir con las expectativas de los inquilinos.
¿Qué es mantenimiento residencial?
El mantenimiento residencial busca preservar una área habitacional, condominio o edificio usado como vivienda y sus alrededores, para proveer condiciones óptimas de residencia.
Esto es valioso tanto para los propietarios de un inmueble como para quienes lo ocupan. Por un lado, los dueños ahorran dinero a largo plazo invirtiendo en mantener una propiedad en condiciones favorables, un edificio bien mantenido también tendrá mayor plusvalía, y esto también es bueno para los inquilinos, porque se sienten más a gusto en un lugar.
Este se enfoca a todas las necesidades del condominio, desde pintura exterior e interior, impermeabilización, electricidad, control de entradas, plomearía y fontanería, carpintería, herrería, albañilería, jardinería, limpieza de cisternas y tinacos, circuitos cerrados de TV, sistemas de aire acondicionado, sensores de iluminación, humos y alarmas.
Consejos para un buen mantenimiento
Un mantenimiento residencial de calidad empieza por una planeación y organización seria, donde se tomen en cuenta el estado actual de los activos y las causas comunes de avería. Para esto, definimos 5 principios para un correcto mantenimiento residencial.
#1 Realiza un mantenimiento periódico
Un buen mantenimiento de una área residencial debe ser periódico. Esto es porque las viviendas siempre están expuestas a imprevistos los cuales varios de ellos no pueden esperar demasiado tiempo para ser reparados. Por ello, debes optar por un servicio de mantenimiento mínimo cada 6 meses a pesar de que tu hogar se vea en perfectas condiciones.
#2 Apuesta por el mantenimiento preventivo
Es importante optar por un mantenimiento residencial a tiempo para que las correcciones no resulten más costosas después. Un servicio de mantenimiento preventivo te puede salir más económico y te puede ahorrar tiempos largos de reparación.
Conoce más sobre mantenimiento preventivo y correctivo
#3 Define un presupuesto adecuado
Siempre debe existir un presupuesto para el cuidado y reparación de un conjunto residencial. Este presupuesto se debe acomodar a los costos de mantenimiento, sobre todo cuando hay reparaciones costosas por hacer.
Aquí gana mucha importancia el poder de negociación y el hábito de evaluar primero opciones distintas para, luego, elegir la más adecuada. También es importante elaborar un presupuesto de mantenimiento considerando gastos operativos anuales. Recuerda que debes pensar también en el ciclo de vida de los activos que hay en el lugar y su reemplazo.
#4 Utiliza componentes duraderos
Cuando reemplaces componentes o piezas, elige materiales duraderos, aunque sean más costosos. Uno de los secretos para el buen mantenimiento residencial es disminuir las probabilidades de fallas a mediano y largo plazo producto de componentes mal instalaciones o de pésima calidad. Lo barato, muchas veces sale caro.
#5 No olvides la limpieza y el orden
Para el mantenimiento residencial no olvides la limpieza y el orden. Esto porque se trabaja con el área residencial de muchas personas, con su patrimonio, el cual, muy probablemente lo cuide bastante. Al ejecutar las tareas de mantenimiento, se debe procurar no rayar, ensuciar, ni tirar objetos. Esto para evitar deterioro ni provocar daños mayores que requieran gastos para los residentes y la administración.